Atentado en Londres

Otro más, otros cuantos cientos de muertos. No hay cifras oficiales, pero venga, el metro en hora punta y autobuses. Suena a chiste al recordarnos a Calico pero, ¿por qué tanto odio?. Yo creo que es una forma de vida, esos locos interpretan su papel de héroe a la perfección.

Debo reconocer que cuando me enteré pensé que tenía que ver con los juegos olímpicos, y que seguramente hubiera terroristas en Francia y en España también. Era un poco absurdo, ya, no me daba cuenta de que hoy empezaba la cumbre del G-8.

A veces me descubro pensando que yo también soy una heroína. Que si me dieran una pistola con silenciador, una lista de nombres, fotos y direcciones yo también haría justicia por mi cuenta viniera la información de quién viniera siempre que yo la considerara fiable.

A veces pienso que a la mierda, que todos los islamistas fuera de nuestras fronteras. Sólo a veces, sé que es injusto. Pero qué vale más, una oportunidad para una clase de gente que no comparte nuestra cultura, machistas, retrógrados, ladrones muchos de ellos, o evitar la muerte de cientos de paisanos.

Que respetar otras culturas está muy bien, pero cada cosa en su lugar. O en su país. Qué una educación machista en la casa de enfrente es un muy mal referente para mis hijos (cuando los tenga), o para los de cualquier vecino. Que no quiero a nadie diciendo que enseñar el pelo o los tobillos es obsceno. Lo respetaré en su país, no en mi portal. O al menos, no en sus hijos si es que los padres ya no pueden cambiar.

Exterminio es otra palabra que se me viene a la cabeza. Tranquilos, está desechado, pero es algo que a veces te viene a la cabeza.

Me gustaría vivir para ver el día en que no haya países pobres, que la riqueza esté repartida, y me gustaría ver qué motivos tienen entonces los componentes de este ejército de muerte para seguir abriendo heridas en el mundo.