miércoles, julio 13, 2005

Pequeñas cosas

Por fin he descubierto por qué no cocino. La comida me sale muy buena (al menos a mí me gusta mucho)pero me da una pereza infinita cocinar para mí. Siempre puedo alimentarme a base de Cola Caos. ^^u. Sin embargo, si es para alguien más porque les invito a casa o por ejemplo porque yo me quedo en Gijón y tengo tiempo y lo que haga de más lo puede llevar a Oviedo mi hermana al día siguiente no tengo ningún problema. Ahora que sé esto, tal vez mejore de forma radical mi alimentación.

Ayer, sin que sirva de precedente, salí con tiempo de casa para llegar al tren. Con cinco minutos de margen, impresionante. Bajaba por las escaleras, y en la ventana del entresuelo que está al nivel del suelo del patio interior había un gato atigrado y bastante gordo. Me miró y tuve que pararme a acariciarlo. Qué majo, era mimosín. Tengo una muy buena excusa para bajar siempre andando las escaleras: me encantaría acariciarle todos los días.

Va en contra de mi religión llegar al tren con más de un minuto de márgen, así que como llegaba bien apareció en mi camino una paisanina a la que se le había caído al suelo un cargamento de pilas enorme, que se habían repartido sin exagerar a lo largo de 15m de acera. Y la pobre mujer se agachaba y levantaba recogiéndolas una a una :S. Me paré y en un momentín recogí casi todas, además que más gente cogía las que se encontraba en el camino y nos las traía o señalaba dónde quedaban más. Esa mujer se quedó muy contenta. Y yo más. :)

Er niño estará todo el mes por aquí, así que puedo hostigarle a gusto. ^^. Las cosas van bien.

Y el trabajo de investigación igual hasta me sobro y termino la versión definitiva unas horas antes del límite de entrega. Tch. ¡Hasta con horas de margen y todo! XD

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