lunes, febrero 21, 2005

Juegos

De niños los juegos duran días, semanas, toda la vida. Casi todo el mundo que me conoce sabe que soy una niña que vive en un mundo de adultos, y se apaña bastante bien. No siempre, pero casi siempre.

Los adultos son muy raros. Creen que saben lo que es jugar, que se divierten con ello, pero no es cierto. Han dejado de jugar y convierten cualquier clase de diversión en una excusa más para intentar demostrar que son mejores que nadie y que todos deben rendirles tributo doblegados ante su grandeza. Qué niño disfrutaría con eso.

Últimamente acabo dejando todas mis aficiones por ese motivo: ajedrez, billar... en su día patinaje. Ahora también soy consciente de esos comportamientos en los juegos de rol, de cartas, de estrategia. Y no me gusta.

Personalmente diría que tratan de hacer en la ficción lo que no son capaces de hacer en saga realidad. No son mis reglas. No las quiero.

Seguiré jugando con fichas no optimizadas, con personajes con handicaps, con mazos divertidos. Y cuando no tenga con quien jugar seguiré creando mis propios mundos, que siempre he tenido varios y son un buen refugio hasta encontrar de nuevo gente como yo.

La segunda estrella a la derecha. Es un buen lugar. Es mi hogar.