miércoles, septiembre 28, 2005

Apuntalando el edificio

Este fin de semana pasado estuve en la EstelCon Gondolin 2005, reunión anual de la STE (Sociedad Tolkien Española). Tengo ahí grandes amigos y me encantó verles de nuevo. Hubo ausencias, y no lo digo por la obvia, pero fue genial volver a juntarme con esta gente. Les quiero muchísimo, hemos compartido penas, alegrías, esperanzas, ilusiones, triunfos...

Pero me he dado cuenta de una cosa, que tal vez haya sido lo más importante de la EstelCon. Que aunque mi vida siga en pie, le falta un pilar. Y como no estoy de rebajas y de humor para mirar nuevos catálogos, cuanto menos debería apuntalar el edificio.

Se trata tan solo de tener objetivos que me ilusionen. Voy a probar con el rol en vivo, que hace como dos años que estoy intentando participar. Tal vez en verano me una a los freaks de la pesca submarina, no sé, tal vez un deporte nuevo... o sólo tiempo, para ver por dónde me lleva el camino.

La STE también es una gran opción. De hecho, ya tengo pensado cual podría ser la actuación de Vinyamar para el próximo festival de eruvision, e incluso tengo una ligera idea de un relato que me gustaría escribir.

Por otra parte, mi camino me lleva ahora de aquí para allá. Serán cerca de tres meses en EEUU, viaje al extranjero con mis padres, visitas a Madrid y a Logroño, y yo en el medio queriendo abarcarlo todo. Se ha levantado el ancla, la marea es fuerte y no sé a dónde voy a ir a parar. De momento, sostengo con fuerza el timón.

viernes, septiembre 16, 2005

Visita a la cueva de Vallojera

Al fin tengo las fotos. El fin de semana pasado hubo visita fugaz con mis padres al pueblo, con la excusa de visitar la cueva de Vallojera (hola papá, sé que has llegado aquí buscando Vallojera en Google). Una aventura, aunque sea una promesa de aventura siempre merece la pena vivirla.

Nuestro guía particular casi nos mata en el ascenso hasta llegar a la cueva, ya que tenía una pendiente brutal y él iba como quien tiene prisa para comprar el pan :S. La verdad es que aunque solo fueran tres cuartos de hora de subida, casi me quedo en el camino, pero bueno.

La entrada a la cueva era prometedora, jeje, una vez entramos en lo que parece un pequeño refugio para pastores, lo que te encuentras a la derecha es esto. ^^


Una vez dentro se puede disfrutar de la fauna local (muy monos los bichitos, ya que en la entrada había miles de millones de mosquitos, todos muy quietecitos y pegados a la pared, y con los que a buen seguro los murciélagos se daban festines a diario. Claro, que había más invitados al banquete, como unas arañas gigantes que no nos atacaron porque son seres pacíficos o algo. ^^. Pero había muchísimas shelobitas. Niños, tomad nota: Claustrofóbicos y aracnofóbicos, y bichifóbicos en general absténganse de entrar en cuevas no asfaltadas. :P










La cueva en sí era una sala enorme, desde la que se podía acceder a otros rincones o salitas (salas pequeñitas ^^, y muy cucas). Aún así, llevábamos las miguitas de pan, vamos, el rollo de cuerda para saber por dónde volver. En un par de zonas, para poder avanzar tuvimos que bajar o trepar por ayudándonos de cuerdas. Molaba un montón:


En las dos horas que estuvimos allí, tuvimos ocasión de ver rincones muy bonitos. Más que por lo que se ve en las fotos, la belleza de la cueva se reflejaba en las caras.




Pues eso. En el horizonte, un cumpleaños (qué cercano tengo el horizonte, eso es hoy :P), San Mateo en Oviedo, escribir un artículo y viajecito a Navarra el jueves para ir a la EstelCom, la reunión anual de la STE (Sociedad Tolkien Española). A ver si me da tiempo a hacerme un vestido para entonces que no me de mucha vergüenza enseñar. XDDDDD.

sábado, septiembre 10, 2005

Y la vida sigue

La vida de cada persona gira entorno a unos determinados pilares. Mientras alguno se sostenga no tiene por qué hundirse. Esto lo digo como explicación a todas las personas que me ven bien, saliendo, con planes, mirando al futuro con ilusión; sólo por si acaso.

Mi vida en general es un poco caótica y me gusta. Lo único que tenía claro era (y sigue siendo) que nada era tan importante como una vida de pareja feliz. Yo conocí a la persona con la que quería compartir el resto de mi vida hace ya seis años y son muchas las ilusiones y planes que hemos compartido. En realidad, lo único que nos quedó por hacer es vivir juntos y formar una familia, y eso sólo porque no hubo bastante tiempo. Claro que no es justo. Pero fuimos todo lo felices que se puede ser, y eso durante años. Hace nada todavía nos reíamos cuando andábamos por la calle haciéndonos carantoñas de las caras de incredulidad de Bardo y el cachondeo que se traía con que las parejas a partir del segundo año ya se hartaban el uno del otro, y que le daba diabetes el vernos.

Pero no quedó nada por hacer que se pudiera hacer, ni nada por decir. Y aunque sea atea y no crea que exista nada más, de verdad que lo deseo, porque Tapia era una de las personas más buenas que conozco y seguro que tendría plaza reservada en su paraíso particular: el cielo de los masters. Estoy bien, sigo siendo feliz en casi todo momento, salvo cuando me encuentro cosas o situaciones que sé que le gustarían, y entonces desearía que siguiera aquí a mi lado para sonreirme una vez más.

No creo que hable más de él en el blog, porque lo cierto es que la vida sigue,aunque siempre le llevaré conmigo. Hablaré de mis otras vidas, que también son importantes. El trabajo, en donde me va bien y espero ir a mejor, la Sociedad Tolkien que tanto me gusta, mis amigos de aquí de Gijón, los de Ingeniería Química, los Cooritas, toda la gente fantástica que conozco y con la que me gusta quedar...

Mañana por ejemplo madrugo. Me voy al pueblo con mis padres, porque mi padre y yo hemos quedado con otro para hacer espeleología: visitar una cueva en el monte a la que se accede descolgándose unos cinco metros y que tiene kilómetros de extensión ahora que aún es virgen y no la han visitado geólogos ni estudiosos varios.

Hoy vengo de estar con amigos. Porque soy afortunada y tengo muchos amigos de esos que generalmente sólo se tiene un puñao. A pesar de todo, de verdad que creo que soy afortunada. Y también creo en un mundo más justo. Y que las cosas se pueden cambiar. (Y que el sistema de combate del cyberpunk es un coñazo). Contaré las cosas desde mi punto de vista, tal vez contagie a otros.

Sí, y también debería dormir. Es tarde y madrugo. Buenas noches.