miércoles, junio 14, 2006

El querer y el deber

Hay veces que se desean unas cosas pero se debe hacer lo contrario. No ocurre muchas veces, pero cuando ocurre suelen ser momentos claves de la vida.

La elección para mí es fácil, hay que hacer lo que se debe hacer. Supongo que soy así por culpa de mis padres, que si elijo hacer lo que quiero ya no disfruto nunca más de ello porque sé que no es lo correcto, mientras que si elijo lo que debo es duro al principio, pero luego tienes esa satisfacción y esa libertad de conciencia que se necesita para ser feliz.

Parecerá una tontería, pero mi primera gran decisión, no recuerdo otra más importante en cuanto a lo que me jugaba y lo que sacrificaba, la tomé con 16 años. Tenía que decidir entre ir de intercambio a Inglaterra o ir de viaje de estudios con mis compañeros a Italia. E Italia ya la había visitado con 11 años y me acordaba perfectamente. Parecerá una tontería, pero el viaje de estudios de 3º de BUP es una de las cosas más importantes en la vida de todo adolescente. Y renuncié a ella porque yo quería aprender inglés. Fué una gran decisión, cuánto me alegro.

Y diez años después vuelve a ocurrir. Esta vez perdería todo lo que yo pensaba que quería, esto es Asturias y ver a mis amigos cada día. A mi familia por supuesto la seguiría viendo.

Luego dicen que tengo suerte. Es posible, pero la cuestión está en tomar las decisiones adecuadas. Y joder, no son nada, pero nada fáciles. O sí. Sólamente tienes que decidir qué es realmente lo más importante para tí. Es duro cuando no se puede tener todo.

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