Redescubriendo amigos

Hace tiempo, juraría que un par de años tenía muuucho tiempo libre. Y entre en un foro. Ahora es uno de los Universos paralelos en los que se desarrolla mi vida y estoy realmente a gusto en él.

Érase una vez una rehechicera que luchaba a brazo tendido para mantener su tienda abastecida y a la última. Conoció muchos personajes a lo largo de su vida, muchos tenderos al principio, borrachos, camareros... vivió la vuelta a casa de un mito, se corrió juergas con las demás mujeres de esa tierra que eran bastante escasas, y se fortaleció.
Gustaba de explorar y de cotillear a partes iguales, y casi sin querer entró a formar parte del tejido vital de la tierra en la que vivía junto con hobbits, ladrones, magos, psicópatas, paladines, vampiros y borrachos. Se sentía tan parte de aquello que se decidió a dar el paso que siempre había rehuído. Se unió a un clan. Más bien perteneció al grupo que fundo el mejor clan que jamás haya existido, La Última Alianza, y su objetivo era realmente noble: mantener con vida la tierra en la que habían crecido. Serían sus guadianes, mantendrían con vida la ambientación.
Pero la vida da muchas vueltas y durante mucho tiempo el sendero no volvió a las tierras de Coor, sino que se perdía por parajes inhóspitos e inexplorados. Cuando Chrolly al fin regresó sintió que su tierra había cambiado, que no era necesaria. El espejismo pasó pronto, conoció a los nuevos habitantes y se puso al día de los acontecimientos. Es más, incluso llegó a organizar una fiesta de San Juan que será largo tiempo recordada.
Pero el camino nuevamente la llevó lejos, muy lejos. Ya era una leyenda, había conseguido el máximo honor al obtener el título de rehechicera oficial pero partió sin ser consciente de lo que dejaba atrás.

Hace unos días volví de Huesca donde hubo una reunión más de Alianceros, gentes de tierras lejanas que por extraño que parezca forman parte de la misma realidad. Chrolly está lejos de Bragnia, pero un nuevo alter ego ha regresado a esas tierras. Otro amigo, eterno bromista acaba de partir. Mantendremos vivo nuestro mundo hasta que regrese. Suena ñoño, pero ese tejido vital que nació en el foro ha transcendido a saga realidad y cada una de las personas que lo componen son valiosas. Ojalá no os vuelva a perder de vista.

Y de lo que acaeció en Huesca lo sabréis en cuanto terminemos de narrarlo en el foro.

PD: ¡Ya tengo casa! ¡Ya tengo casa!. Jejejejeje. Hoy toca pintar techos, que no nos pase na. ;)